Roma capital de
la conspiración y de las dudosas relaciones diplomáticas en el
siglo XVII, su cambio económico, político, social y artístico da
lugar a un nuevo movimiento, el Barroco. Una de las figuras más
representativas de esta corriente es Gian Lorenzo Bernini junto a
Berromini y Pietro de la Cortona.
La relación de
Bernini con la monarquía hispánica despierta el interés de muchos
historiadores del arte. Este escultor, escritor, pintor y arquitecto
se sumó al movimiento más allá del estilo artístico, como una
forma de vida. Una denuncia a las relaciones políticas y culturales
entre Italia y los monarcas hispánicos. Sus obras representan
cambios políticos y los intereses que existían entre el poder, el
alto clero y las diferentes naciones.
Los problemas
diplomáticos con la ciudad de Roma fue debido a que España no tenía
una sede estable donde podrían vivier sus embajadores hasta mediados
del siglo XVII. Hasta que finalmente, el ministro español se asentó
en el palacio Monaldeschi situado en la plaza de la Trinitá dei
Monti. Con el establecimiento de una sede fija en la capital, comenzó
el derecho de jurisdicción sobre el área donde se encontraba la
embajada la cuál ejercían los embajadores que disfrutaban además,
de inmunidad diplomática. Estos embajadores de la Corona no sólo
ejercían en la plaza adjunta, sino toda una zona que incluía varias
calles de la ciudad que fueron delimitadas por piedras que
simbolizaban lugar a la que pertenecía a la embajada de España.
También iba sujeto a una serie de privilegios como labores
policiales, administración de la justicia en nombre del monarca
español, arrestos, dar asilo a quienes quisieran evadirse de las
autoridades romanas y una serie de actividades ilegales. Como
consecuencia, hubo enfrentamientos con los espías y agentes
pontificios. Se intentó en varias ocasiones hacer que la monarquía
española renunciase a los privilegios que ejercían los embajadores
con escaso éxito.
El artista
representa la relación existente entre la política, la diplomacia y
el arte del momento en sus obras. La exposición en el Museo del
Prado de Bernini estará hasta el 8 de febrero. Denominado Las
ánimas de Bernini. Arte en Roma para la corte española. Se
trata de la primera exposición del artista en España que incluye 39
obras además de obras de otros pintores y escultores de la época
como Velázquez. Destaca como principales, la Ánima beata y Ánima
dannata, dos esculturas desarrolladas en la juventud del artista que
representan el sufrimiento del infierno y la contemplación de los
cielos. A través del rostro de una mujer y de un hombre con una
profunda simbología religiosa.
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